sábado, 16 de mayo de 2015

No, no, Turiddu, rimani, rimani ancora...


"A te la mala Pasqua, spergiuro!"

"Cuando la ópera de Pietro Mascagni, Cavalleria rusticana (Caballerosidad rústica), se estrenó en Roma en Mayo de 1890, su compositor era un desconocido profesor de música que vivía en un pequeño pueblo al sur de Italia. La ópera causó sensación, y de la noche a la mañana ese Mascagni de 27 años de edad saltó a la fama mundial operística. Consiguió ese éxito en parte porque encontró una nueva fórmula en la ópera – lo que se conocería después por verismo (realismo) – en la cual el libreto conciso estaba plagado de excitación y la música estaba plagada de canto apasionado. Mascagni le dio a los espectadores de ópera lo que querían.

El texto de la ópera está basado en una historia corta de 1880 escrita por Giovanni Verga, que llevaba el mismo título, y en la que el autor cuenta una historia, supuestamente real, de su nativa Sicilia. El llamativo héroe, Turiddu, ha vuelto a casa después de servir como soldado, y descubre que su novia, Lola, se ha casado con un carretero llamado Alfio. Turiddu comienza un romance entonces con una belleza local, Santuzza, a quien le promete matrimonio, pero pronto vuelve a los brazos de Lola. Un duelo fatal con Alfio se convierte en inevitable.

El choque de pasiones y el carácter de los personajes alcanzan su clima en el dueto “No, no, Turiddu, rimani” (No, no, Turiddu, quédate), entre Turiddu y Santuzza. Ella le suplica que no le abandone, pero él la lanza cruelmente al suelo y sigue a Lola hacia el interior de una iglesia. Después del dueto, la historia se desarrolla muy rápido hasta su conclusión. Santuzza le cuenta a Alfio la infidelidad de Lola, y Turiddu, tontamente, reta a duelo a Alio. “Nos entendemos perfectamente”, dice Alfio. Tras abrazar a su madre, Turiddu va al encuentro con Alfio, y poco después llega la noticia de la muerte de Turiddu.

La música del dueto muestra el conocimiento de Mascagni de la melodía vocal pura como vehículo para expresar las emociones desnudas de la súplica de Santuzza y la indiferencia de Turiddu. La música está contenida en una simple forma ABA, unida por le clave de La bemol mayor, en la que Santuzza ruega el amor de Turiddu. Al final del dueto, el humor de ella cambia, y grita de rabia (“Bada!”). En este punto, la clave musical es interrumpida por acordes disminuidos, y comienza una transición hacia la clave de Si bemol mayor, en la que el dueto termina. Santuzza está ahora preparada para contarle a Alfio la infidelidad de Lola, vendiendo así el destino de Turiddu."


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