domingo, 9 de agosto de 2015

Sola, perduta, abbandonata


"Tutto dunque è finito."

"La melodía suave, sensual y que conmueve el corazón, que luego se considerará «típicamente pucciniana», aparece ya en esta obra [Manon Lescaut] con toda su fuerza. Son notables los progresos de la instrumentación sobre la de los contemporáneos: Puccini encuentra colores propios para los sentimientos tiernos, que a menudo parecen estar próximos al impresionismo (que ya despuntaba en el horizonte histórico). Pero dicha melodía también puede ser muy dramática y subrayar la pasión por medio de violentas erupciones de la orquesta en los momentos en que es necesario. El «camino propio» que el talento ha de recorrer para madurar se anuncia ya en esta ópera, incluso hay escenas que permiten prever al futuro maestro..."


Manon Lescaut de Giacomo Puccini


Sola, perdida, abandonada... en un país desolado.
 ¡Horror! A mi alrededor se oscurece el cielo...
 ¡Ay de mí... estoy sola!
 ¡Desfallezco en el profundo desierto,
 cruel angustia, ah, sola y abandonada,
 yo, la desierta mujer!
 ¡Ah! ¡No quiero morir! ¡No! ¡No quiero morir!
 Así pues todo ha acabado.
 Tierra de paz me parecía ésta...
 ¡Ay, mi funesta belleza enciende nuevas iras ...!
Querían separarme de él;
 ahora resurge todo mi horrible pasado
 y desfila ante mi vista con gran claridad.
 ¡Ah! Se ha manchado de sangre.
 ¡Ah! Todo se acabó.
 Invoco ahora a la muerte como a un asilo de paz
 ¡No! ¡No quiero morir... amor, ayúdame!

Kareol


Kristine Opolais:



(No sé en qué momento de estar sola, perdida, abandonada, y muriendo en el profundo desierto, te da tiempo a pintarte las uñas de los pies... Pero bueno, pasaremos ese detalle por alto.)


Maria Callas:





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