domingo, 15 de mayo de 2016

Con onor muore. La belleza de la tragedia


"... Non saperlo mai per te, per tuoi puri occhi, muor Butterfly..."

"En el verano del año 1900 se estrena Tosca en Londres. Puccini se hallaba en la capital inglesa para supervisar aquellas funciones de presentación de su más reciente obra. En aquellos mismos días se representa en la ciudad del Támesis un drama de David Belasco, basado en la narración de John Luther Long Madama Butterfly – que, a su vez, se inspiraba en la novela Madame Chrysanthème de Pierre Loti (1887) –. El compositor luqués asistió a una de las funciones de la pieza de Belasco quedando absolutamente hechizado con su argumento. Como el propio Puccini confesaría más tarde:

"Me quedé maravillado porque, cosa curiosa, pude seguir cómodamente la obra sin conocer una sola palabra de inglés. Al final de la representación, el público estaba estremecido y Belasco, aclamado, tuvo que salir a saludar varias veces. Fui enseguida entre bastidores, le di un abrazo con los ojos anegados en lágrimas y le pedí que me permitiera servirme de Madama Butterfly como argumento para una ópera."

Belasco aceptó la oferta sin oponer resistencia, porque – según sus propias palabras – “es imposible hablar de negocios con un italiano apasionado que tiene los ojos llenos de lágrimas y que te pone sus brazos alrededor del cuello”. La terrible historia de la geisha abandonada por el cínico marino americano se adaptaba de manera perfecta al ideario del compositor italiano. Su protagonista, de nuevo una niña pura, ingenua e inocente que decide arrancarse la vida al ver cómo sus sueños se derrumban a su alrededor, estaba predestinada a convertirse en una de las más irresistibles, conmovedoras y definitivas heroínas puccinianas. 

 [...] 

Butterfly es una ópera de soprano. Todas las piezas se mueven a su alrededor en el tablero y es la soprano el origen de la acción y su sentido. Además, Cio-Cio San es una tentación y un reto – en lo musical y en lo teatral – para las divas de toda condición, es un personaje que crece, compás a compás, verso a verso, física y espiritualmente y que además está maravillosamente escrito desde el punto de vista vocal. Por todo ello, Madama Butterfly es una de las mayores obras maestras de la ópera en toda su historia."

Jesús Trujillo Sevilla, "Breve historia de la ópera"







jueves, 5 de mayo de 2016

Rachmaninov - Zdes' khorosho (How fair this place)


"Qué agradable este lugar...
Mira, en la distancia
el río brilla como el fuego;
el prado se extiende 
como una alfombra coloreada;
las nubes están creciendo, blancas.

No hay gente aquí...
Sólo hay silencio aquí...
Sólo Dios y yo estamos aquí.
Flores, y un viejo pino,
¡y tú, mi fantasía!"





domingo, 1 de mayo de 2016

Deh, vieni alla finestra


"Non esser, gioia mia, con me crudele!"

"...Otro carácter importante es la ambigüedad del personaje, resulta esquivo, sea psicológica que musicalmente.Mientras los otros personajes se definen con un realista y creíble perfil, Don Giovanni se niega a ser definido, nunca expresa sus sentimientos interiores; más allá de sus deseos de libertino, es difícil de alcanzar, de encasillar. En lo musical, a veces mimetiza las melodías de otro pero también crea las suyas propias, en las tres arias que canta no hay ninguna reflexión, van dirigidas a otra persona: a Leporello en "Fin ch´han dal vino", a la doncella de Donna Elvira en "Deh vieni alla finestra" ya Masetto y su camarilla en "Metà di voi qua vadano". Kierkegaard lo comparará con el flujo del mar..."

Don Giovanni, Mozart



¡Asómate a la ventana, 
oh tesoro mío! 
Ven a consolar mi llanto. 
Si rehúsas darme 
algún consuelo, 
ante tus ojos quiero morir. 
Tú que tienes la boca 
más dulce que la miel, 
tú que el azúcar llevas 
en el corazón, 
no seas, vida mía, 
ruel conmigo. 
Muéstrate al menos, 
mi bello amor.

Simon Keenlyside:



Peter Mattei: