domingo, 15 de marzo de 2015

Réquiem de guerra



"Toda mi vida ha estado dedicada a actos de creación, 
y no puedo participar en actos de destrucción." (Benjamin Britten)


"Las heridas de las dos guerras mundiales tardarían en cicatrizar en el compositor, que vio la oportunidad de saldar cuentas con el pasado muchos años después, en 1958, cuando recibió el encargo de componer una obra de gran envergadura para la solemne ceremonia de consagración de la nueva catedral de Coventry. La antigua, un extraordinario edificio gótico del siglo XIV, había sido destruida por las bombas alemanas el 14 de noviembre de 1940. El arquitecto ganador del concurso, Basil Spence, decidió levantar su proyecto no sobre sino junto a las ruinas de la vieja catedral, que seguirían así en pie como testimonio imperecedero de la barbarie. Y quizá fue esta circunstancia la que animó a Britten a tomar la decisión conceptual y musicalmente trascendente de hacer convivir también en su obra dos textos muy diferentes, antiquísimo uno y muy reciente el otro: el latino de la missa pro defunctis, con una larga raigambre de siglos, y varios poemas ingleses del entonces aún muy poco conocido Wilfred Owen, uno de esos grandiosos talentos en ciernes cortados de raíz por la Primera Guerra Mundial...

War Requiem, Op. 66, Offertorium: "Quam olim Abrahae":




... Con la introducción de nueve poemas de Owen en su War Requiem, Benjamin Britten denunciaba los horrores de la Segunda Guerra Mundial, con textos de un compatriota que había muerto en la Primera. Musicalmente, reservó el texto latino de la misa para la soprano solista y un coro y una orquesta de grandes dimensiones, con ocasionales comentarios antifonales —también en latín— confiados a un coro de niños y órgano, mientras que los poemas de Owen —temáticamente emparentados con los anteriores— quedan reservados para el tenor y el barítono solistas junto a una pequeña orquesta de cámara. Tres planos tímbricos y espaciales diferentes que escuchamos unidos en el Libera me final, donde el texto del responsorio latino se entremezcla con uno de los poemas más turbadores de Owen, Strange Meeting (Extraño encuentro), en el que un combatiente británico se encuentra con un soldado alemán a quien él mismo ha dado muerte: “Soy el enemigo que mataste, amigo mío”. Ahora ambos están muertos, bajo tierra, en “un túnel hondo y gris”, y se lamentan de “el horror de la guerra, el horror que destilaba la guerra”. Al final, los dos se disponen a ir a dormir en paz al tiempo que Britten hace cantar a los coros y la soprano la consoladora antífona In Paradisum, cuyo texto pide que los ángeles conduzcan al difunto al paraíso."


War Requiem, Op. 66, Libera me: "Let us sleep now":



Antigua catedral de Coventry:





3 comentarios:

Pteromari dijo...

Sí, pero como yo soy del Mesozoico, me gusta más el Réquiem de Verdi, o el de Mozart.
Es lo que tiene mi provecta edad.

Y, seguramente por el mismo motivo, el programa "This is Opera" me pareció inaguantable. He visto que aquí a la derecha había alguien que lo ponía por las nubes.

El presentador es un bacín que sólo actúa en su propio lucimiento personal, y resulta muy cargante.

Los poquísimos fragmentos que puso de la ópera ("Carmen"), estaban incompletos, o bien tenían la clara intención de epatar al espectador, como ese torero desnudo del montaje de Bieito...

No sé, ya digo que será por la edad, pero no me gustó nada. Además, ¿cómo va eso a hacer que la gente vaya a la ópera, si de la ópera no sacó nada?

Habló de los dos personajes, de su motivación psicológica para actuar como lo hicieron; pero no creo que sean esos aspectos los que arrastren a alguien que no ha ido nunca a la ópera, a hacerlo.

(También se podría sacar la errónea conclusión de que la ópera es un espectáculo porno.)

¡Hala, ya lo he dicho!

¿Tú lo viste? Me gustaría saber qué te pareció.
Y qué les pareció a los que pasen por aquí.

Mariblán dijo...

He visto el This is ópera de "Carmen". Y, a grandes rasgos, me pareció un programa cultural decente, entretenido.

Lo explico: sí, estoy de acuerdo en que podían haber puesto al menos un aria completa. Y sí, la producción de Calixto Bieito a mí me parece que quiere ser más provocativa que otra cosa. Pero también sale un trocito de la producción de Zefirelli. Y la realidad es que Calixto Bieito es un reconocido director de escena en el mundo de la ópera. Y que quizá a algunos jóvenes los enganches desde el punto de vista de la provocación. Aunque yo aborrezca esa producción.

Y luego, a mí personalmente sí me parece interesante un programa de ópera que se acerque a ésta desde el punto de vista más teatral, más de la historia en sí, y desde el punto de vista de los personajes. Sobre todo porque en mi caso, yo me enganché a la ópera cuando por fin comprendí a los personajes de "La Traviata", no cuando escuché su música.

El error garrafal que le vi al programa no es la música, es que creo que nunca se dice que "Carmen" está basada en la novela de Merimée. Y me parece un poco lamentable.

Y luego, otro problema es que en 40 minutos es muy difícil contar todo lo que este hombre quiere contar. Por eso, al final, la parte que sale más perjudicada es la musical, peeeero, por otro lado, es lo más fácil de encontrar por otras vías. Tú pones "Carmen, Bizet" en Youtube y tienes decenas de producciones, grabaciones, etc. Pero pocos vídeos que te expliquen la historia y los personajes, como hace este programa.

Y respecto a Ramon Gener, en mi opinión le sobra "vitalidad", ahora, si todos los profesores de música de los colegios e institutos fuesen tan apasionados como él, seguramente otro gallo nos cantaría respecto a los jóvenes y la ópera.

Y luego, pues me gustó que se diga que sí, que Carmen podía ser una malentendida "femme fatale" (en realidad, una mujer adelantada a su época, como se repite varias veces en el programa), pero que aquí el malo de la película es Don José, que se la termina cargando porque si no es de él, no puede ser de ninguno.

Vamos, que no me pareció tan horrible. Pero no sé, a lo mejor me pilló en un buen día...

Pteromari dijo...

Pues qué bien que te gustara.
Ya dije que lo mío debía ser cosa de la edad, y es que a los pterodáctilos, pues ya nos pillan algunas cosas un poco mayores.