sábado, 4 de abril de 2015

Ma, signor... ma un dottor...


"Vada ognun pei fatti suoi, si finisca d'altercar."

"Pocas óperas gozan de una fama similar a la de El Barbero de Sevilla, Il Barbiere di Siviglia, ópera cómica por excelencia, sin que eso signifique un menosprecio artístico; la complejidad que nos ofrece la obra maestra de Rossini va mucho más allá de su comicidad, ya que consigue crear bajo una apariencia simple todo un sofisticado mecanismo tan bien engranado que nos parece sencillo y natural. [...]

Sabemos que Rossini era increíblemente vago, dejaba los encargos hasta el último momento y no dudaba en copiarse a sí mismo las veces que hiciera falta, con tal de ahorrarse el esfuerzo de componer una nueva partitura. Por ejemplo, la obertura, hoy celebérrimo símbolo de la ópera, fue escrita para l’Aureliano in Palmira y reutilizada en Elisabetta regina d’Inghilterra

No obstante, compuso su obra maestra en menos de tres semanas.

Basada en Le Barbier de Séville, primera parte de la famosa trilogía teatral de Beaumarchais, -recordemos que 30 años antes Mozart utilizó la segunda parte, Las Bodas de Fígaro, para su famosa ópera homónima- tendría que competir con Paisiello, que estrenó el Barbero de Sevilla años antes, por lo que tuvo que cambiar no sólo el título, se estrenaría como Almaviva o sia L’inutile precauzione, sino rehacer completamente el libreto, que corrió a cargo de Cesare Sterbini. En la época, Paisiello y su Barbero eran mucho más conocidos y prestigiosos que las óperas del joven Rossini. [...]

Fue estrenada en el teatro Argentina de Roma el 20 de febrero de 1816, se dice que ocurrió de todo, Almaviva rompió una cuerda de su guitarra en la serenata inicial a Rosina, un resbalón de Don Basilio que empezó a sangrar abundantemente y siguió cantando con la nariz rota, un gato negro que cruzó la escena... Además, por la muerte del empresario del teatro y las críticas por los pardidarios de Paisiello que supuestamente sabotearon el estreno, resultó un fracaso desastroso, probablemente debido a las prisas por completar el encargo. La parte de Il Conte d’Almaviva fue cantada por el baritenor español Manuel García, famosísimo en la época, que al parecer cobró el triple que Rossini.

A partir de la segunda representación, y hasta día de hoy, es una de las óperas más amadas por el público."


2 comentarios:

Pteromari dijo...

Sí que es bonica esta ópera, sí. Y esta producción era muy graciosa.

Estos días estamos escuchando a toda hora "La Pasión según San Mateo", porque es lo que toca y porque es... lo máximo.
No me cansaré nunca de esta música.

Dice Fabio Bonizzoni, organista, clavecinista y director de La Risonanza (en el enlace que tienes de "El arte de la fuga"):
"La música me parece que es el alimento del alma. El arte en general lo es. Y Bach me parece el alimento más importante que tenemos, el sentido de la propia vida, de hecho."
Amén.

Mariblán dijo...

Pues yo estoy con la sinfonía nº 2 de Mahler (como puedes ver en la entrada nueva), que también viene al caso, porque se llama "Resurrección". Y es una salvajada descomunal. Muy espectacular.