lunes, 3 de agosto de 2015

Io t'abbraccio


"El tema más frecuente en la ópera es el amor, que es cantado en todas sus formas: apasionado, romántico, filial, paternal, fraternal, amor a la patria, amor a la libertad. Pero lo sorprendente es que hay pocas óperas que traten del amor conyugal, cuya emoción parece no haber llegado a los compositores o libretistas con la misma fuerza con que lo hizo su equivalente ilícito. Cuando aquél está presente, parece que es sólo cuando el matrimonio va mal, véase Otello, Cavalleria rusticana y Jenûfa. Si se repasan los libretos en busca de algún ejemplo de un matrimonio feliz y fiel, éste se suele encontrar, con no poca frecuencia, en las óperas de Händel. Por ejemplo, encontramos a Cornelia, fiel hasta la muerte, aunque su marido Pompeyo ha muerto antes de que la ópera comience. Y a Rodelinda, también fiel a un esposo que ella cree muerto. De los grandes papeles que Händel preparó para sus sopranos, Rodelinda es sin duda alguna uno de los más gloriosos, repleto de arias de una belleza infinita. Su variedad emocional puede que no sea tan amplia como la de Alcina y Cleopatra, pero posee una gran profundidad, puesto que se mantiene fiel a la memoria de su marido –“come scoglio immoto resta”, como dice Fiordiligi en Cosi fan tutte, “inmóvil como una roca” – frente a las amenazas contra ella misma y contra la vida de su único hijo.

[...]

Para salvar la reputación de Rodelinda, Bertarido revela que él es su marido, pero ella, para proteger a su vez a éste, lo niega. Grimoaldo, sin interés por conocer la identidad del hombre, le condena a prisión y a una muerte segura. Lo que la pareja de enamorados cree sus últimos momentos juntos son los momentos finales de “Io t’abbraccio”, un dueto de despedida tan dulce y hermoso que el Dr. Burney, el formidable historiador de la música del siglo XVIII, realizó el siguiente comentario refiriéndose al mismo: “tiene que ser inmortal”. Lo es."




1 comentario:

Pteromari dijo...

¡Qué preciosidad! Si es que Händel es lo que tiene.
Donna Leon se declaró en una entrevista "yonqui de Händel".

Resulta que éste y Bach nacieron el mismo año y con muy poca diferencia:
Händel: 23 de febrero de 1685, Halle, Alemania (mira, ahora podremos recordar el 23F de otra manera...)
Bach: 31 de marzo de 1685, Eisenach, Alemania

Händel se dijo: "A mí me gustan las óperas y quiero triunfar internacionalmente, así que hasta luego, JuanSe."
Y Bach: "Pues yo me voy a quedar aquí, mira lo que te digo. Y las óperas pues, qué quieres que te diga, donde esté una buena cantata o una Pasión..."
Y ambos vaya si triunfaron.

Lo estoy escuchando en bucle.
¡Ay!