jueves, 5 de febrero de 2015

Deh! Tu di un'umile preghiera il suono


"... fra l'ali accoglimi del tuo perdono, altro ricovero il cor non ha..."

"...Después de ser implicada en varias conspiraciones para derrocar a Isabel, en las que nunca se pudo demostrar completamente su participación, María Estuardo cometió el último de sus errores en 1585: dio su consentimiento tácito a la conspiración de Babington, un plan apoyado por el Papa Sixto V y por Felipe II de España para, de nuevo, asesinar a Isabel I y reemplazarla por María Estuardo. Walsingham, que sabía que con la muerte de María Estuardo se reduciría significativamente la amenaza católica en Inglaterra, estrechó aún más el cerco de vigilancia alrededor de María, y finalmente obtuvo su prueba: la correspondencia entre María y sir Anthony Babington, que se producía a través de barriles de vino, fue interceptada y descifrada, demostrando que María conocía la conspiración; insatisfecho con el resultado, Walsingham encargó a uno de sus espías, Thomas Phelippes, que falsificase una posdata en la última de las cartas de María, donde ésta ofrecía su participación activa en el asesinato de Isabel. 

La acusación dio inicio a un juicio en el que a María Estuardo le fueron negados sus derechos básicos como acusada: no le fue permitido revisar las pruebas de su acusación, ni tampoco tener un abogado. Ninguna de las protestas de María surtió efecto, y la ex reina escocesa fue finalmente declarada culpable de traición y condenada a ser decapitada; sin embargo, el periplo final de María no terminaría aquí. Durante varias semanas, Isabel tuvo la orden de ejecución en su poder sin decidirse a firmarla, pues temía una posible venganza por parte del hijo de María, el ahora rey Jacobo VI. Cuando finalmente firmó la orden, no permitió que se llevase a cabo hasta que ella diese su permiso explícito; harto de las dudas de la soberana, el Consejo Privado decidió llevar a cabo la ejecución sin su conocimiento antes de que Isabel cambiase de nuevo de opinión. 

 El 8 de febrero de 1587, a primera hora de la mañana, María Estuardo se encaminó a su última cita con el destino en esta vida: rodeada de sus sirvientas, que le fueron fieles hasta el final, se dirigió al gran salón del castillo de Fotheringhay (Northamptonshire), donde se había erigido un patíbulo privado para que la ex reina muriese lejos de los ojos curiosos del populacho. Cuando se despojó de las ropas exteriores, pudo verse que llevaba una camisa interior carmesí, el color litúrgico del martirio para la Iglesia Católica; de este modo, María expresaba su certeza de que moría no por sus crímenes (de los que siempre se declaró inocente), sino por su condición de católica..."

1 comentario:

Pteromari dijo...

En el momento 5:46 empieza lo que más me gusta.
Y esos temblores, ¿explicó alguien por qué?